Unidad 2 Tecnología e incentivos

2.3 Ventaja comparativa, especialización y mercados

En 1600, los grandes centros manufactureros del mundo (de textiles y otros bienes no agropecuarios) se encontraban en Asia. Eso cambió con la Revolución Industrial, que comenzó en Gran Bretaña y luego se extendió al resto de Europa y a Estados Unidos. Para 1900, Europa y los lugares poblados por europeos producían la mayoría de los bienes manufacturados. Europa y sus «retoños» habían llegado a especializarse en la fabricación, beneficiándose de los rápidos cambios tecnológicos que incrementaban la producción de cada trabajador. El resto del mundo se especializó en la producción agraria, donde la tecnología mejoraba lentamente y la población seguía atrapada en una trampa maltusiana.

Para comprender cómo llegaron a producirse estos acontecimientos, necesitamos tres conceptos: ventaja comparativa, especialización y división del trabajo.

Antes de la especialización a escala mundial

Fíjate en los objetos que te rodean en el lugar de trabajo. ¿Conoces a quienes los fabricaron? ¿Y qué hay de la ropa? ¿O de que cualquier otra cosa que tienes a tu alrededor?

Ahora imagínate que planteamos esas mismas preguntas en cualquier lugar del mundo en 1776, el año en que Adam Smith escribió La riqueza de las naciones. Las respuestas habrían sido diferentes.

En aquella época, muchas familias producían una amplia variedad de bienes para su propio consumo, tales como diversos productos agrícolas, carne, ropa e incluso herramientas. Muchas de las cosas que habrías poseído en tiempos de Adam Smith las habría elaborado algún miembro de tu familia o alguien de tu pueblo. Algunas las habrías hecho tú personalmente, otras habrían sido elaboradas en los alrededores y las habrías comprado en el mercado local.

En vida de Adam Smith, ya se estaba produciendo un cambio que, desde entonces, se ha acelerado enormemente: la especialización en la producción de bienes y servicios. Como explicó el propio Smith, mejoramos en la producción de bienes cuando cada persona se concentra en un grupo limitado de actividades. Esto se puede deber a tres razones:

rendimientos crecientes a escala, economías de escala, rendimientos crecientes
Cuando la producción presenta rendimientos crecientes a escala, el aumento en la misma proporción de todos los factores de un proceso de producción incrementa la producción en una proporción mayor. La forma de la curva de costes medios a largo plazo de una empresa depende tanto de los rendimientos a escala en la producción como del efecto de la escala sobre los precios que paga por sus factores. Véase también: rendimientos decrecientes a escala, rendimientos constantes a escala.
  • Aprendizaje con la práctica: Mientras producimos cosas, adquirimos destrezas y habilidades.
  • Diferencia en el nivel de habilidad: Bien sea por habilidad o por las características del entorno natural (como la calidad del suelo, por ejemplo), algunas personas consiguen mejores resultados al producir unas cosas que otras.
  • Economías de escala: Con frecuencia resulta más barato producir un número grande de unidades de un bien que unas pocas solamente. Este concepto lo investigamos con más detalle en la unidad 7.

Normalmente las personas no producimos la totalidad de los bienes y servicios que usamos o consumimos en nuestra vida diaria. Por el contrario, nos especializamos: unas producen un bien, otras producen otros, algunas trabajan haciendo soldaduras, otras dan clase o diseñan edificios. De igual forma, las empresas se especializan en ciertos bienes o a veces en una fracción del proceso de producción de un bien. Los países también se especializan: las principales exportaciones de Camboya son el oro y la ropa de punto, mientras que Singapur se especializa en los circuitos integrados.

Ventaja comparativa: beneficios de la especialización

Un simple ejemplo ilustra cómo las personas (o las empresas o los países), al tener diferencias en su capacidad para producir distintos bienes, pueden beneficiarse de la especialización y el intercambio. Gracias a la especialización, cada persona hace una sola o unas pocas del gran número de tareas necesarias para llevar a cabo algún proyecto o alcanzar algún objetivo. La consecuencia es sorprendente: todos los productores pueden beneficiarse, incluso si eso se traduce en que un productor se especialice en un bien que otro podría elaborar a un coste menor.

Imagina un mundo donde solo hay dos personas (Greta y Carlos), que necesitan dos bienes para vivir: manzanas y trigo. Cada uno tiene una productividad diferente en el cultivo de manzanas y de trigo, como se muestra en la figura 2.2a. Si Greta dedicase todo su tiempo de trabajo a las manzanas, produciría 1250 unidades al año. En cambio, si se dedicara al trigo, produciría 50 toneladas al año. Carlos tiene una tierra menos fértil que la de Greta para la producción de ambos tipos de cultivo: si dedicase todo su tiempo (el mismo que Greta) al cultivo de manzanas, produciría 1000 al año y, si se limitase a trabajar en el trigo, obtendría 20 toneladas.

Producción dedicando el 100 % del tiempo a producir un bien
Greta 1250 manzanas o 50 toneladas de trigo
Carlos 1000 manzanas o 20 toneladas de trigo

Figura 2.2a Productividad en manzanas y en trigo.

ventaja absoluta
Una persona o país cuenta con una ventaja absoluta en la producción de un bien específico si, dado un conjunto de factores disponibles, puede producir más que otra persona o país.
ventaja comparativa
Una persona o un país tiene una ventaja comparativa en la producción de un bien concreto si el coste de producirlo, comparado con el coste de otro bien, es inferior al coste para otra persona o país. Véase también: ventaja absoluta.

Greta es más productiva que Carlos tanto con las manzanas como con el trigo: tiene una ventaja absoluta en ambos cultivos. Carlos tiene una desventaja absoluta.

Pero la desventaja de Carlos es menor en manzanas que en trigo. Greta puede producir 2,5 veces la cantidad de trigo que consigue Carlos, pero solo 1,25 veces en el caso de las manzanas. Decimos, por tanto, que Greta tiene una ventaja comparativa en el trigo. Y, a pesar de su desventaja absoluta, Carlos tiene una ventaja comparativa en las manzanas.

Para precisar más, podemos decir que Carlos tiene una ventaja comparativa en las manzanas porque su coste relativo de producir manzanas (es decir, en comparación con el trigo) es menor que el de Greta.

¿Cómo medimos el coste relativo en este ejemplo? Carlos y Greta utilizan su trabajo y su tierra con el fin de cosechar alimentos para su propia supervivencia. Aunque no soportan costes monetarios, sí hacen frente a costes de oportunidad. Para Greta, el coste de oportunidad de producir 50 toneladas de trigo es 1250 manzanas, es decir, el coste de oportunidad de cada tonelada de trigo que produce es \(1250/50 = 25\) manzanas. Tomando los datos de la figura 2.2a para calcular los otros costes de oportunidad, tenemos:

Coste de oportunidad de 1 tonelada de trigo Coste de oportunidad de 1 manzana
Greta 25 manzanas 0,04 toneladas de trigo
Carlos 50 manzanas 0,02 toneladas de trigo

Figura 2.2b Costes relativos de las manzanas y el trigo.

La primera columna muestra que el coste relativo de producir trigo es más bajo para Greta que para Carlos. Ella tiene una ventaja comparativa si se dedica a producir trigo. Pero Carlos la tiene en el caso de las manzanas: su coste relativo de producir una manzana (la cantidad de trigo a la que tiene que renunciar) es menor que el de Greta.

Si Carlos y Greta no pueden llevar a cabo intercambios entre ellos, ambos tienen que ser autosuficientes y consumir exactamente lo que producen. Supón que Greta decide dedicar el 40 % de su tiempo a la producción de manzanas y el resto a la de trigo. La columna 1 de la figura 2.2c muestra que produce y consume 500 manzanas (el 40 % de su capacidad máxima de producción de manzanas, 1250) y 30 toneladas de trigo (el 60 % de su capacidad máxima de producción de trigo, 50 toneladas). De la misma manera, Carlos dedica el 30 % de su tiempo a producir manzanas y el restante 70 % al trigo.

Pero, si se especializaran y cada uno se concentrara únicamente en el cultivo en el que disfruta de una ventaja comparativa, Greta produciría 50 toneladas de trigo mientras que Carlos obtendría 1000 manzanas. La producción total de ambos (columna 2) sería mayor que con el modelo de autosuficiencia. Supón que llegan a un acuerdo por el que los dos se especializarán y posteriormente Greta venderá 15 toneladas de trigo a Carlos a cambio de 600 manzanas. En la columna 3 se muestra lo que consumen según este acuerdo.

Autosuficiencia Especialización total e intercambio
Producción Consumo Intercambio
(1) (2) (3) (4)
Greta Manzanas 500 0 600 Compra 600 manzanas
Trigo 30 50 35 Vende 15 t trigo
Carlos Manzanas 300 1000 400 Vende 600 manzanas
Trigo 14 0 15 Compra 15 t trigo
Total Manzanas 800 1000 1000
Trigo 44 50 50

Figura 2.2c Comparación de autosuficiencia y especialización.

La tabla muestra que es posible que tanto Greta como Carlos salgan ganando si se especializan y luego intercambian parte de sus cosechas. La comparación de la columna 3 con la 1 muestra que los dos consumirían más cantidad de ambos productos que con la autosuficiencia.

Este es solo un ejemplo de un intercambio que resulta beneficioso tanto para Greta como para Carlos. Según su acuerdo, el «precio» (la relación de intercambio) de una tonelada de trigo es 40 manzanas. El ejercicio 2.3 muestra que existen otros acuerdos a precios diferentes que habrían dado lugar a efectos parecidos.

Como mencionamos antes, lo sorprendente es que Greta acabó comprándole 600 manzanas a Carlos, a pesar de que ella podría haberlas producido con un coste menor (expresado en tiempo de trabajo). La solución acordada les ofrecía una forma mejor de usar su tiempo porque, si bien Greta disfrutaba de una ventaja absoluta en ambos cultivos, Carlos tenía una ventaja comparativa en el de las manzanas, lo que implica que ambos podían beneficiarse especializándose en producir lo que mejor se le daba a cada uno.

Especialización y mercados

Carlos y Greta, en un mundo con solo dos personas y dos bienes, pueden materializar las ventajas de la especialización por medio de un acuerdo para llevar a cabo un intercambio entre ellos. Pero nuestro mundo es más complejo: las personas quieren poder consumir muchos bienes, pero especializándose en producir personalmente solo unos cuantos. Resultaría difícil aprovechar los posibles beneficios de la ventaja comparativa a base de acuerdos bilaterales de especialización e intercambio.

división del trabajo
Especialización de las personas que producen para realizar tareas distintas durante el proceso de producción.

Por este motivo, la división del trabajo —que hace referencia a la especialización en la producción de cosas dentro de una empresa o en una comunidad en conjunto (o incluso en todo el mundo)— plantea un problema para la sociedad: ¿cómo se van a distribuir los bienes y servicios desde el productor hasta el usuario final? A lo largo de la historia, esto ha ocurrido de diferentes modos, desde la requisa y distribución directa por parte del Estado, como ocurrió en muchas economías durante la Segunda Guerra Mundial, hasta los regalos y la puesta en común voluntaria que tiene lugar en las familias hoy en día y que se practicaba entre los miembros, incluso no emparentados, de las comunidades de nuestros antepasados cazadores y recolectores.

El capitalismo incrementó las posibilidades de especialización al expandir el papel de los mercados y las empresas. Los mercados contribuyen a aumentar la productividad al permitir que las personas se beneficien, mediante el intercambio, de producir bienes para los que tienen una ventaja comparativa.

En el capítulo 3 de La riqueza de las naciones titulado «La división del trabajo está limitada por la extensión del mercado», Smith explica:

Cuando el mercado es muy pequeño, ninguna persona tendrá el estímulo para dedicarse completamente a una sola ocupación, por falta de capacidad para intercambiar todo el excedente del producto de su propio trabajo, por encima de su consumo, por aquellas partes que necesita del producto del trabajo de otras personas.

Cuando oyes la palabra «mercado», ¿qué otra palabra se te viene a la mente? Seguramente la que has pensado es «competencia». Y tienes razón en asociar ambas palabras.

Pero también podías haber respondido «cooperación». ¿Por qué? Porque los mercados permiten que, mientras cada uno de nosotros persigue sus objetivos particulares, trabajemos juntos y produzcamos y distribuyamos los bienes y servicios de un modo que, si bien está lejos de ser perfecto, es en muchos casos mejor que las alternativas.

Los mercados consiguen algo extraordinario: cooperación fortuita a nivel global. Quienes trabajan en la empresa que fabricó tu teléfono no te conocen ni se preocupan por ti; su incentivo eran los beneficios que podían obtener, en el presente o en el futuro. A la empresa se le da mejor que a ti fabricar teléfonos y tú acabaste teniéndolo porque les pagaste por él; así, ellos pueden comprar los bienes que necesitan, que también habrán producido personas que les son desconocidas.

En las unidades 7, 8 y 10 exploramos cómo funcionan los mercados.

La división del trabajo en las empresas

Los mercados permiten que las personas y las empresas se especialicen en la producción de bienes diferentes. La especialización también tiene lugar dentro de los Estados y en las familias, donde tradicionalmente las tareas del hogar estaban asociadas a menudo con la edad y el sexo. Y lo mismo pasa en las empresas, en función de la forma en que organicen el proceso de producción.

Adam Smith comienza La riqueza de las naciones con la siguiente frase:

El mayor progreso de la capacidad productiva del trabajo, y la mayor parte de la habilidad, destreza y juicio con que ha sido dirigido o aplicado, parecen haber sido los efectos de la división del trabajo.

Luego, procede a describir una fábrica de alfileres en la que la especialización de las tareas entre los trabajadores permitía un nivel de productividad (alfileres fabricados por día) que le parecía extraordinario. Las empresas pueden llegar a emplear a miles o incluso cientos de miles de personas, la mayor parte de las cuales trabajan en tareas especializadas bajo la dirección de sus dueños o gerentes. En la sección 2.1 se ha explicado cómo la empresa china Kutesmart se sirvió de una tecnología nueva para introducir la división del trabajo en la producción de prendas hechas a medida. Gracias a esa tecnología, el trabajo de un sastre especializado se dividía en más de 300 operaciones, que llevaban a cabo trabajadores sin conocimiento de las técnicas de la sastrería, gracias a sofisticados bienes de capital.

Puedes pensar en la empresa como un medio para que un gran número de personas, cada una con diferentes habilidades y competencias, contribuyan a la consecución de un resultado común, el producto. La empresa hace posible un tipo de cooperación entre productores especializados que aumenta la productividad.

En la unidad 6 examinamos la cuestión de quién hace qué dentro de la empresa y por qué.

Pregunta 2.4 Elige las respuestas que sean correctas

Álex y José viven solos en islas separadas que pueden producir naranjas y melones. La tabla siguiente muestra el número de naranjas y melones que pueden conseguir Álex y José. Teniendo en cuenta esta información, lee los siguientes enunciados y elige los que sean correctos.

  Producción dedicando el 100 % del tiempo a producir un bien
Álex 10 000 melones o 15 000 naranjas
José 15 000 melones o 30 000 naranjas
  • José tiene una ventaja absoluta en la producción tanto de melones como de naranjas.
  • José tiene una ventaja comparativa en la producción de melones.
  • Con el intercambio y una especialización total, José se especializará en la producción de naranjas, mientras que Álex lo hará en el cultivo de melones.
  • Con el intercambio y una especialización completa, si el precio de mercado se expresa como el número de melones que se pueden intercambiar por una naranja, a Álex le interesa que el precio de mercado sea más alto y no más bajo.
  • Si los dos dedican el 100 % de su tiempo a cultivar melones (o naranjas), José puede producir más que Álex; por lo tanto, el primero tiene una ventaja absoluta en ambos bienes.
  • José puede producir el doble de naranjas que melones. Por otro lado, Álex puede producir un 50 % más de naranjas que de melones. En consecuencia, José tiene ventaja comparativa en la producción de naranjas, ya que su coste de producir naranjas con respecto al de producir melones es menor que el de Álex.
  • Con una especialización total, cada persona producirá solo el bien en el que tenga ventaja comparativa. José tiene una ventaja comparativa en la producción de naranjas (y se especializará en ella) y Álex, en la de melones.
  • José solo produce naranjas y Álex solo cultiva melones. Un precio de mercado más alto implica que Álex tiene que entregar una cantidad mayor de melones a cambio de una naranja, así que sale perdiendo más que con un precio más bajo.

Ejercicio 2.3 Manzanas y trigo

En el caso de Carlos y Greta descrito en las figura 2.2a, figura 2.2b, y figura 2.2c, supón que el precio de mercado fuera tal que se pudieran comprar 35 manzanas a cambio de una tonelada de trigo.

  1. Si Greta vendiera 16 toneladas de trigo, ¿seguirían siendo saliendo favorecidos tanto ella como Carlos?
  2. ¿Qué pasaría si solo se pudieran comprar 20 manzanas por el precio de una tonelada de trigo?

Ejercicio 2.4 Especialización e intercambio

Ve al sitio web del Observatorio de Complejidad Económica (OEC), que contiene datos sobre los países y los bienes con los que comercian. Selecciona dos o tres países y lee su perfil (para acceder a la lista completa de perfiles de países, selecciona «Países» dentro del encabezamiento «Perfiles»).

Para cada uno de los países elegidos, lee la lista de sus principales exportaciones e importaciones. Propón varias explicaciones para los patrones de especialización que observes (te puede resultar útil investigar en internet los antecedentes de esos países).