Unidad 4 Interacciones estratégicas y dilemas sociales
4.14 Modelización del problema del cambio climático global
¿Por qué se ha revelado tan difícil que las negociaciones internacionales avanzaran para contener el cambio climático? El éxito del Protocolo de Montreal para proteger la capa de ozono contrasta con el fracaso relativo en la reducción de las emisiones responsables del calentamiento global. En parte se debe a razones científicas. Las tecnologías alternativas a los CFC ya estaban muy desarrolladas, y los beneficios comparados con los costes para grandes países industrializados, como Estados Unidos, estaban mucho más claros que en el caso de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este artículo describe las desastrosas inundaciones que sufrió Paquistán en 2022.
La reducción de las emisiones de carbono requiere cambios mucho mayores, en numerosos sectores industriales y que afectan a todos los miembros de la sociedad. Uno de los obstáculos en las negociaciones anuales de las Naciones Unidas sobre el cambio climático ha sido el desacuerdo sobre cómo repartir entre los países los costes y beneficios de limitar las emisiones y, en años recientes, los elevados costes que afrontan ahora algunos países debido a las emisiones producidas en otros lugares en el pasado.
Para analizar las situaciones que pueden darse en esta negociación, las modelizaremos en forma de juego entre dos países grandes que llamaremos de forma hipotética China y Estados Unidos y que trataremos como si cada uno de ellos fuera un solo individuo. En primer lugar, identificaremos posibles equilibrios si cada país sigue un comportamiento estratégico; a continuación podremos pensar en cómo alcanzar un resultado acordado.
La figura 4.23a muestra los resultados de dos estrategias alternativas: Restringir (tomar medidas para reducir emisiones, por ejemplo, mediante regulaciones o impuestos para el uso de combustibles fósiles) y BAU (de «Business As Usual», es decir, seguir igual sin cambiar nada).
Figura 4.23a Resultados de dos políticas distintas ante el cambio climático.
Lo que cabe esperar que ocurra depende de los pagos que se obtienen con cada resultado. Los rasgos esenciales del problema se pueden captar usando una escala ordinal que vaya del mejor resultado al peor posible: lo que importa es el orden de los pagos y no su magnitud. La figura 4.23b muestra dos juegos que se corresponden con dos conjuntos distintos de pagos hipotéticos.
Figura 4.23b Dos juegos distintos de políticas climáticas.
Si calculas las mejores respuestas y hallas los equilibrios de Nash en cada caso, verás que estos dos juegos se asemejan a casos que ya hemos analizado aquí. El de la izquierda es un dilema del prisionero en el que BAU es una estrategia dominante para cada uno de los países participantes y que conduce a un mal resultado para ambos. El de la derecha es un juego de coordinación similar al del arroz y la yuca de la figura 4.21, con la salvedad de que a estos jugadores les interesa coordinarse para seguir estrategias idénticas y no opuestas. Hay dos equilibrios de Nash: uno de ellos es el mejor resultado, en el que ambos países restringen sus emisiones. Pero el resultado malo, en el que ninguno restringe, también es un equilibrio y, si cada país espera que el otro elija BAU teniendo en cuenta sus comportamientos en el pasado, podemos predecir que tal vez se queden atascados en el equilibrio (BAU, BAU).
En cada caso es posible que la negociación mejore el resultado. El ejercicio 4.17 te ayudará a discernir cuál de estos dos juegos representa mejor el problema al que se enfrentan China y Estados Unidos, así como sus implicaciones para las negociaciones que mantengan entre sí.
Ejercicio 4.17 Equilibrios de Nash y cambio climático
Considera los dos juegos que se muestran en la figura 4.23b.
- Piensa en los pagos que resultan cuando un país elige restringir y el otro elige BAU. ¿Por qué habría de deducir un país que elegir restringir cuando el otro elige BAU depara el peor resultado posible?
- En la versión del dilema del prisionero (panel de la izquierda), cada país considera que el mejor resultado posible es elegir BAU si su oponente elige restringir. Pero en la versión con el juego de coordinación (panel de la derecha), cada país considera que el mejor resultado posible es que ambos elijan restringir. Explica por qué habrían de pensar así y qué indicaría eso sobre cuáles son sus preferencias en cada caso.
- En ambos juegos, el resultado sería mejor para ambos países si pudieran negociar un acuerdo vinculante para restringir las emisiones. Usa los conceptos que has aprendido en esta unidad para explicar por qué podría resultar difícil conseguir un tratado de ese tipo.
- Elige uno de los juegos que se muestran en esta figura (el dilema del prisionero o el juego de coordinación) y describe qué cambios en cuanto a preferencias o en algún otro aspecto del problema convertirían ese juego en uno en el que (como en el juego de la mano invisible) elegir restringir por parte de ambos países diera como resultado un equilibrio de estrategias dominantes.
La figura 4.23c presenta un tercer modelo. También ilustra las mejores respuestas de los jugadores y pagos numéricos hipotéticos que indican el valor de cada resultado posible para la ciudadanía de cada país implicado. El peor resultado para ambos países es que los dos se empecinen en elegir BAU y corran con ello el riesgo nada desdeñable de causar la extinción de la humanidad (y de muchas otras especies). Lo mejor para cada uno es persistir en la elección de BAU y dejar que sea el otro quien elija restringir. La única manera de lograr una atenuación significativa del cambio climático es que ambos restrinjan.
Este es otro juego de coordinación con dos equilibrios, pero ahora (igual que en el juego de programación de Astrid y Bettina) hay un conflicto de intereses entre ambos jugadores.
Figura 4.23c Mejores respuestas en un juego de cambio climático con conflicto de intereses.
El juego del halcón y la paloma también se denomina a veces el juego del gallina: en la película Footloose, de 1984, dos estudiantes de educación secundaria se retan con sendos tractores para seguir una trayectoria de choque entre ambos y ver quién se acobarda antes.
- juego del halcón y la paloma
- Juego de coordinación en el que dos jugadores deben coordinarse con una acción contraria a la del oponente, y en el que cada uno de los equilibrios de Nash, (paloma, halcón) y (halcón, paloma), arroja el mejor pago para quien asume el papel de halcón, pero que arroja el peor resultado para todos si ambos jugadores eligen ser halcones.
Esto es lo que se conoce como juego del halcón y la paloma: quienes participan en él pueden escoger entre actuar con la agresividad y el egoísmo de un halcón o comportarse como una paloma pacífica y solidaria. En la versión del cambio climático, las palomas restringen y los halcones continúan con BAU. El conflicto de intereses radica en que lo mejor para cada país es actuar como halcón mientras el otro ejerce de paloma.
Aquí se da una situación que difiere de las dos anteriores. Ambos países tienen incentivos para evitar un cambio climático catastrófico. Pero prefieren que sea el otro quien asuma los costes derivados de reducir las emisiones: cada uno querría esperar a ver si el otro actúa en primer lugar.
La asignación con eficiencia de Pareto en la que ambos países restringen sus emisiones también ofrece los mayores pagos conjuntos. Esto se puede ver como el mejor resultado para el mundo en su conjunto. Pero no es un equilibrio.
Aplicación del juego del halcón y la paloma a la política climática
¿Cómo crees que discurriría el juego del halcón y la paloma en la vida real? ¿Se puede resolver el conflicto de intereses?
Si un país pudiera comprometerse a seguir la estrategia BAU para que el otro tuviera la certeza de que no cambiará de idea, entonces el otro país decidiría restringir para evitar la catástrofe. Pero esto es válido para ambos países.
Las negociaciones serán difíciles porque cada país preferiría que el otro tomara la iniciativa de restringir sus emisiones de carbono. Como es natural, las negociaciones reales sobre el cambio climático son más complejas, ya que prácticamente participan en ellas todos los países del mundo. Puede haber pagos muy diferentes para cada uno de esos jugadores tan dispares. Por ejemplo, en 2021 China produjo el 31 % de todas las emisiones de carbono del mundo, Estados Unidos fue el segundo país con un 44 % del volumen de China, seguido por India. En términos de emisiones per cápita, China produjo el 55 % de las emisiones que generó Estados Unidos, e India produjo el 13 % de las emisiones de Estados Unidos.
Empleo de políticas públicas para cambiar el juego
¿Cómo podría resolverse el dilema social global de qué políticas adoptar para contener el cambio climático tal como se plantea en este juego?
¿Podrían los gobiernos del mundo limitarse sin más a prohibir o imponer limitaciones severas a las emisiones que acrecientan el problema del cambio climático? Esto implicaría cambiar el juego, porque ilegalizar BAU modificaría las estrategias disponibles. Pero ¿quién velaría por el cumplimiento de una norma así? No existe ningún gobierno en el mundo capaz de llevar a juicio al país que vulnerara esa ley (¡y encerrar a sus dirigentes!).
Para resolver el dilema social del cambio climático es necesario que restringir beneficie a todas las partes. Considera el equilibrio de la esquina inferior izquierda (China elige BAU, EE. UU. elige restringir). Si China obtuviera pagos mayores por elegir restringir cuando Estados Unidos decide hacer lo mismo, entonces (restringir, restringir) podría convertirse en un equilibrio.
De hecho, a ojos de gran cantidad de especialistas en cambio climático y de habitantes del mundo preocupados, el objetivo de las políticas ambientales debe ser cambiar el juego para que (restringir, restringir) se convierta en un equilibrio de Nash. Esto se podría lograr con varios mecanismos respaldados por decisiones políticas:
- Estilos de vida con un consumo sostenible: Ante la inquietud por el bienestar de las generaciones futuras, es posible que la población general llegara a preferir estilos de vida que emplearan menos bienes y servicios de los que degradan el medioambiente. Esto tornaría menos costosas las políticas de restricción y menos deseables las políticas BAU.
- Desde los gobiernos se podría fomentar la innovación y la expansión de tecnologías más limpias: Esto podría hacerse, por ejemplo, incrementando el precio de los bienes y servicios que generan emisiones de carbono y de otro tipo, lo que desalentaría su uso. Al mismo tiempo, se abarataría el empleo de tecnologías más limpias, lo que reduciría el coste de la restricción. Por ejemplo, las energías renovables se han vuelto mucho más baratas. En algunas regiones, constituyen ahora la opción energética más económica, lo que significa que restringir ha dejado de ser más caro que la estrategia BAU. Los comportamientos interesados se traducirán ahora en menos emisiones de carbono.
- Un cambio en las normas: La ciudadanía, organizaciones no gubernamentales (ONG) y ciertas medidas políticas pueden promover que la protección del clima se convierta en la norma y se sancione o avergüence a los países que no hagan nada para contener el cambio climático. Esto también restaría atractivo a las estrategias BAU.
- El coste de la restricción puede repartirse de un modo más equitativo entre los países: Esto sería posible si, por ejemplo, los países donde restringir es menos caro ayudan a aquellos países donde esa opción tiene un precio prohibitivo. Un ejemplo sería pagar a los países de la cuenca del Amazonas para que conserven sus selvas tropicales.
Tras los primeros reveses, China y Estados Unidos emitieron una declaración conjunta en la cumbre del clima de 2021 que se celebró en Glasgow en la que se comprometieron a trabajar juntos para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Después del Acuerdo de París de 2015, casi todos los países presentaron planes individuales para reducir emisiones. Aunque no hay forma de imponer el cumplimiento del acuerdo y aún no son planes consecuentes con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, se considera en general una base para incrementar la cooperación internacional. El Acuerdo de París debería:
- permitir que los países conozcan mejor los costes de restringir las emisiones;
- fomentar que los agentes económicos innoven para seguir abaratando costes;
- reforzar las normas que reducen el atractivo de BAU;
- sentar bases de confianza para compartir algunos de los costes de restringir y para entablar negociaciones más ambiciosas en el futuro.
Ejercicio 4.18 Resumen de los juegos de esta unidad
Usa las categorías de la tabla que te damos a continuación para clasificar cada uno de los juegos que hemos presentado en esta unidad. Utiliza la última columna para anotar una o dos características clave que te ayuden a identificar un juego perteneciente a esa categoría.
- Juego de la elección de un cultivo (figura 4.2b)
- La tarde de Adam y Bella (pregunta 4.2)
- Juego del control de plagas (figura 4.4b)
- Thelma y Louise (figura 4.5)
- Dimitrios y Ameera, operadores de divisas (pregunta 4.3)
- Circular por el lado izquierdo o derecho de la vía (sección 4.13)
- Lenguajes de programación (figura 4.22)
- Cambio climático (juego del halcón y la paloma) (figura 4.23c)
- Juego del proyecto de riego (figura 4.9)
- Reparto de 100 dólares (figura 4.16)
Tipo de juego | Categorías | Ejemplos | Características clave |
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Juegos simultáneos de dos jugadores | Juegos de la mano invisible | ||
Dilemas del prisionero | |||
Juegos de coordinación sin conflicto de intereses | |||
Juegos de coordinación con conflicto de intereses | |||
Juegos con más de dos jugadores | Juegos de bienes públicos | ||
Juegos secuenciales de dos jugadores | Juego del ultimátum |