Unidad 5 Las reglas del juego: ¿Quién obtiene qué y por qué?
5.7 Caso 2: un contrato de «o lo tomas o lo dejas»
Consideremos una situación diferente para Ángela y Bruno. Igual que en el caso 1, él es dueño de la tierra que trabaja ella para producir trigo, pero en el caso 2 la autoridad gubernamental (a través de leyes que administran los tribunales e impone la policía) protege a Ángela para que no sufra trabajo forzoso y también protege los derechos de propiedad de Bruno como terrateniente. Además, el sistema legal velará por el cumplimiento de los contratos existentes entre Bruno y Ángela. Los derechos de Ángela mejoran sus opciones alternativas: tiene más poder estructural en la relación que mantiene con Bruno.
Consideraremos aquí dos tipos de contratos que Bruno puede ofrecer a Ángela: un contrato de trabajo y un contrato de arrendamiento. En ambos casos se trata de una oferta de «o lo tomas o lo dejas»: Ángela puede aceptarla o rechazarla. Ella tiene derecho a negarse y Bruno sería castigado por el gobierno si recurriera a la violencia o si amenazara con usarla para que Ángela aceptara la oferta. Se encuentran en una situación similar a la de los participantes que actúan por puro egoísmo en el juego del ultimátum: aquí Bruno es el proponente y Ángela es la receptora.
Contratos e instituciones relacionadas
Los contratos son acuerdos por escrito o de palabra destinados a tener validez legal. Para que un contrato sea válido, ambas partes tienen que estar de acuerdo de forma voluntaria y ambas están obligadas a aportar algo. Por ejemplo, si el propietario de una vivienda contrata a un pintor, este último deberá pintar la casa y el dueño deberá pagarle el precio estipulado dentro de un periodo de tiempo razonable (que estará especificado en el contrato).
Los contratos son cruciales dentro de la economía. Uno de los factores clave que explican diferencias históricas en cuanto a crecimiento económico entre países es la disparidad en la capacidad de sus instituciones para garantizar derechos de propiedad y hacer cumplir contratos a bajo coste. La exigencia efectiva del cumplimiento de los contratos requiere un buen funcionamiento del sistema judicial (es decir, un sistema de tribunales) capaz de resolver casos dentro de un tiempo razonable y que sea predecible y accesible a la población general.
Las unidades 6 y 9 abordan con más detalle los contratos de trabajo y los contratos entre prestamistas y prestatarios. Analizan los casos importantes en que los contratos están incompletos, es decir, cuando un contrato no cubre todo lo relevante para las partes implicadas, como, por ejemplo, cuánto trabaja una persona empleada o los riesgos que asume el prestatario con los fondos que pide prestados. Aquí simplificaremos suponiendo que Ángela no puede variar cuánto trabajo realiza en una hora.
Un contrato de trabajo
En un contrato de trabajo, Bruno puede especificar las horas de trabajo de Ángela y el salario (en fanegas de trigo) que recibirá como pago. Esta es una oferta de «o lo tomas o lo dejas», así que no tiene posibilidad de pedir unas condiciones laborales diferentes. Si ella rechazara la oferta, abandonaría la finca de Bruno y buscaría otro trabajo. Su opción de reserva es la utilidad que obtendría con esta alternativa. La opción de reserva de Ángela en el caso 2 es mucho mejor que la que tenía en el caso 1: la utilidad que le ofrece encontrar trabajo en otro lugar es mayor que la utilidad que podría esperar si intentara rebelarse o escapar.
La figura 5.13 muestra la curva de indiferencia de reserva de Ángela en el caso 2. Esta es CI2, por encima de CI1, que representa su alternativa cuando estaba sometida a trabajo forzoso.
Las decisiones que debe tomar Bruno se parecen a las del caso 1: cuántas horas deberá trabajar Ángela y cuánto trigo recibirá (esta vez como salario). La diferencia es que la opción alternativa para ella es mejor ahora. Si él no ofrece un contrato que, como mínimo, otorgue a Ángela la misma utilidad que la indicada por CI2, ella no lo aceptará.
Una vez más, Bruno elegirá una asignación situada sobre la curva de indiferencia de reserva de Angela en la que la RMS de la reserva de Ángela sea igual a la RMT para la producción de trigo. Así que él ofrece un contrato para pagarle 23 fanegas por ocho horas de trabajo. Como ella produce 46 fanegas de trigo, Bruno también obtiene 23 fanegas, que es una cantidad inferior a la del caso 1 porque ahora Ángela tiene una opción alternativa mejor que antes.
La elección de horas de Bruno es la misma en el caso 1 y en el caso 2, y la misma que la elección de Ángela como agricultora independiente. Esto ocurre porque, en nuestro modelo, la RMS de Ángela con un nivel determinado de horas es la misma en todas las curvas de indiferencia. Esto no sucedería si ella tuviera preferencias diferentes. Pero siempre ocurre que, sea Ángela o sea Bruno quien elija las horas, el mejor resultado para ambos se da en el punto donde RMS = RMT.
La ganancia conjunta
- ganancias del comercio, ganancias del intercambio
- Aquellos beneficios que cada parte obtiene de una transacción en comparación con la situación en la que se encontrarían sin esa transacción.
- ganancia conjunta
- Suma de las rentas económicas de todos los intervinientes en una interacción económica.
Las personas entablan de manera voluntaria interacciones económicas cuando implican posibles beneficios para ambas partes en comparación con sus opciones de reserva: en otras palabras, cuando hay rentas económicas o ganancias del comercio o del intercambio. Una interacción entre Ángela y Bruno ofrece rentas posibles: la opción de reserva de él es cero fanegas de trigo, mientras que la cantidad de cereal que puede producir ella cultivando la tierra de Bruno es mayor que la cantidad que le brindaría su utilidad de reserva. La cantidad total de renta disponible en la figura 5.13 es la distancia vertical entre la frontera factible y la curva de indiferencia de reserva de Ángela. Esta cantidad adicional de trigo es la ganancia conjunta potencial de esta interacción.
Cuando Bruno ofrece a Ángela un contrato de trabajo, él fija las horas de la jornada laboral de ella de manera que RMS = RMT. Ahí es donde se maximiza la ganancia conjunta: que se corresponde con 23 fanegas.
Al fijar el salario, él elige cómo se repartirá la ganancia conjunta entre ambos: es decir, cuánta renta obtendrá cada uno. Por ejemplo, él podría optar por una división a partes iguales, de manera que se quedara 11,5 fanegas para sí y le diera a ella un salario de 34,5 fanegas (23 de su utilidad de reserva más una renta de 11,5).
Como la renta de Ángela vale cero, tal vez te preguntes si ella querría participar después de todo. Pero sabemos que participaría si obtuviera una cantidad algo mayor. En lugar de repetir sin cesar que «el salario de Ángela asciende a 23 fanegas de trigo y un poco más», daremos por hecho que querrá participar si obtiene su utilidad de reserva. Esta es una suposición común en modelos económicos.
Pero Bruno actúa de manera egoísta y quiere maximizar su propia renta económica. Y puede lanzar una oferta de «o lo tomas o lo dejas», así que tiene todo el poder de negociación. Él establece el salario más bajo posible, en la asignación L, donde Ángela obtiene tan solo su utilidad de reserva. La renta de ella es cero y él se queda toda la ganancia conjunta: una renta para sí de 23 fanegas.
Un contrato de arrendamiento
¿Qué sucede si, en lugar de emplear a Ángela, Bruno le ofrece un alquiler, de tal manera que él establece cuánto deberá pagar ella por usar la tierra y permite que ella decida cómo explotarla?
En esta situación parece que Bruno tiene menos poder sobre Ángela. El contrato no le permite fijar cuántas horas trabajará ella. Pero aún puede lanzar una oferta de «o lo tomas o lo dejas» y, como antes, lo mejor que puede hacer es asegurarse de que Ángela no obtenga nada más que su utilidad de reserva.
A partir de la figura 5.13 sabemos que, de todas las asignaciones situadas sobre la curva de indiferencia de reserva, Bruno obtiene la mayor cantidad de trigo cuando Ángela trabaja ocho horas. Por tanto, querría que la asignación fuera el punto L, donde con un contrato de trabajo podría recibir 23 fanegas de trigo.
Tal vez sorprenda que pueda obtener el mismo resultado con un contrato de arrendamiento si fija el precio del alquiler de la tierra en 23 fanegas. La figura 5.14 muestra la situación en la que se encuentra Ángela en ese caso. Tiene libertad para elegir sus horas de trabajo. La línea discontinua muestra cuánto trigo puede consumir (23 fanegas menos de las que produce) dependiendo de las horas que elija trabajar. La curva de indiferencia más alta que puede alcanzar es CI2, que justo toca su frontera para el consumo de trigo en el punto L.
Figura 5.14 Horas de trabajo que elige Ángela cuando tiene un contrato de arrendamiento.
Lo mejor que puede hacer Ángela si tiene que pagar un alquiler de 23 fanegas de trigo por el uso de la tierra es trabajar ocho horas y consumir 23 fanegas de trigo (el punto L). Esto le brinda el nivel de utilidad de reserva, así que estará dispuesta a aceptar la oferta de Bruno (cualquier otra elección de horas le reportaría menos que la utilidad de reserva). Bruno ha conseguido exactamente el mismo resultado para sí y para Ángela que ofreciendo un contrato de trabajo.
Rentas y eficiencia en el caso 2
La asignación resultante de un contrato de «o lo tomas o lo dejas» es L, donde Ángela disfruta de 16 horas de tiempo libre, y tanto ella como Bruno obtienen 23 fanegas de trigo. Ángela tiene ahora mejores opciones alternativas que en el caso 1 y consigue un resultado mejor: trabaja las mismas horas, pero obtiene una renta más alta.
La renta de Bruno es más baja que en el caso 1, donde las reglas del juego le permiten recurrir a la fuerza. Aunque el resultado es mejor para Ángela porque ahora tiene más poder estructural, su renta económica sigue siendo cero porque la capacidad para lanzar una oferta de «o lo tomas o lo dejas» otorga a Bruno todo el poder de negociación.
El criterio de Pareto no clasifica los resultados obtenidos en cada caso: Ángela está mejor con la asignación L, mientras que a Bruno le va mejor en el punto D del caso 1. Ambas asignaciones son paretoeficientes. En la asignación L, no hay ningún cambio que pueda mejorar la situación de Bruno o de Ángela sin empeorar la del otro. Para entender por qué podemos usar exactamente el mismo razonamiento que empleamos en la sección anterior con la asignación D.
Pero si te pareció que el resultado en D es injusto, tal vez consideres que es preferible la asignación L, la cual ofrece un reparto equitativo del trigo entre ambos.
Dadas las instituciones que rigen esta interacción y la eficiencia de Pareto del resultado obtenido, Ángela no puede negociar para mejorar su situación más allá de la asignación L. Cualquier contrato alternativo que ella propusiera empeoraría la situación de Bruno.
Horas de tiempo libre de Ángela | 16 | |
Fanegas de trigo de Ángela | 23 | |
Fanegas de trigo de Bruno | 23 | |
Renta económica de Ángela (en fanegas) | 0 | Ella obtiene el mismo nivel de utilidad que con su mejor alternativa, que es realizar otro trabajo |
Renta económica de Bruno (en fanegas) | 23 | Su mejor alternativa es 0 (si ella rechaza su oferta) |
Figura 5.15 El resultado en el caso 2.
Pregunta 5.4 Elige las respuestas que sean correctas
La figura 5.13 muestra los resultados cuando Ángela está obligada a trabajar para Bruno (caso 1) y cuando tiene posibilidad de elegir si acepta o rechaza el contrato que le ofrece Bruno (caso 2). Basándote en esta información, lee los siguientes enunciados y elige las opciones que sean correctas.
- La opción de reserva de Bruno es no recibir nada. Cuando hay un contrato, Bruno recibe la totalidad de la ganancia: la cantidad que sobrepasa aquella que necesita Ángela para estar dispuesta a trabajar. Así que esta es la renta económica de Bruno.
- Bruno está mejor en el caso 1, mientras que Ángela está mejor en el caso 2.
- Cuando hay un contrato, Bruno ofrece a Ángela la asignación justa para que acepte. Ella es indiferente a D y su opción de reserva, así que su renta económica es cero.
- Las horas que trabaja Ángela siguen siendo las mismas en ambos casos.
Las reglas del juego ilustradas en el caso 2 mejoran la situación de Ángela pero empeoran la de Bruno comparadas con las reglas del trabajo forzoso del caso 1. Por supuesto, Ángela estaba mejor en el caso de partida que en el caso 1 o el 2, porque entonces era dueña de la tierra y podía consumir todo el trigo que producía.