Unidad 6 La empresa y su personal
6.3 El dinero ajeno: separación de propiedad y control
Los propietarios, el equipo directivo y el personal comparten el interés de que la empresa tenga éxito, ya que, si fracasara, todos saldrían perjudicados. Pero también tienen intereses contrapuestos sobre cómo repartir las ganancias generadas por la empresa en forma de salarios, remuneración de directivos y beneficios para propietarios. Y es posible que discrepen sobre las condiciones de trabajo, los privilegios de los gerentes y quién toma las decisiones clave.
- capital, bienes de capital
- Los bienes de capital (a veces abreviados como capital) son los factores duraderos, que se emplean en la producción, que no son trabajo y cuyo uso tiene un coste (por ejemplo, maquinaria, equipos, edificios). No incluyen algunos factores esenciales (como aire o conocimientos) que se utilizan en la producción y que tienen un coste cero para el usuario.
- activo
- Un activo es algo que se posee y tiene valor.
- beneficiario residual
- Persona que recibe los ingresos restantes de una empresa u otro proyecto después del pago de todos los costes contractuales (por ejemplo, el coste de contratar trabajadores y pagar impuestos).
Los beneficios de la empresa pertenecen legalmente a las personas propietarias de sus bienes de capital y de otros activos. Estas dirigen a otros miembros de la empresa para que actúen de un modo que contribuya a los beneficios que genera. Esto, a su vez, incrementará el valor de los activos de la empresa.
Los beneficios dependen de tres elementos:
- Costes de adquirir los factores de producción (materias primas, mano de obra, energía y bienes de capital).
- Bienes y servicios producidos (cuánta producción se consigue con los factores).
- Ingresos procedentes de la venta de la producción.
Los dueños se llevan todo lo que queda después de que los ingresos obtenidos se utilicen para pagar al personal, el equipo directivo, proveedores, acreedores e impuestos. Los beneficios son lo residual, lo que queda de los ingresos después de atender esos pagos. Por lo tanto, a los propietarios se les llama beneficiarios residuales. En esa denominación no están incluidos los directivos (salvo que también sean propietarios). Ni los empleados.
Este reparto de los ingresos tiene una consecuencia importante. Un trabajo bien hecho por parte de directivos o empleados, que conlleve el aumento de los ingresos, beneficiará a los propietarios pero no a los empleados (a menos que reciban un ascenso, una bonificación o una subida de sueldo).
En las empresas pequeñas, es posible que los dueños sean también los directivos que toman las decisiones operativas y estratégicas. Por ejemplo, piensa en un restaurante propiedad de una sola persona, que es quien decide el menú, el horario de apertura, las estrategias de marketing, los proveedores y el tamaño y la remuneración de la plantilla. Esa persona propietaria-gerente intentará maximizar los beneficios de la empresa ofreciendo el tipo de comida y ambiente que el público quiere, a precios competitivos.
- acciones, participaciones
- Las acciones o participaciones son activos financieros que pueden comprarse y venderse, lo que otorga a sus propietarios (los accionistas) la propiedad compartida de los activos de una empresa y, por lo tanto, el derecho a recibir la parte correspondiente del beneficio de la empresa.
- separación de propiedad y control
- Característica de algunas empresas que consiste en que el equipo directivo no se corresponde con los propietarios.
Las grandes empresas suelen tener muchos propietarios, la mayoría de los cuales no participan en la gestión; son personas individuales e instituciones (como fondos de pensiones) que poseen las acciones emitidas por la empresa. Mediante la venta de acciones entre el público en general, una empresa puede captar capital con el fin de financiar su crecimiento, dejando las decisiones estratégicas y operativas en manos de un grupo relativamente pequeño de administradores o directivos especializados.
Entre esas decisiones están qué, dónde y cómo fabricar los productos de la empresa y cuánto pagar al personal y al equipo directivo. La alta dirección decide qué parte de los beneficios se distribuye a los accionistas en forma de dividendos y cuánto se conserva para invertir en el crecimiento de la compañía. Por supuesto, los accionistas también se benefician del crecimiento, ya que poseen parte del valor de la empresa y este se incrementa al crecer.
Cuando el equipo directivo decide sobre el uso del dinero de otras personas, estamos ante una separación de propiedad y control, la cual genera un posible conflicto de intereses.
Como los propietarios reciben los beneficios y los directivos cobran un salario, a estos no siempre les interesa maximizar los beneficios. Pueden optar por tomar medidas que les beneficien a ellos, en detrimento de los propietarios. Tal vez gasten todo lo posible con la tarjeta de crédito de la empresa o en sus propios salarios, o quizás traten de aumentar su poder y su prestigio construyendo un imperio, aunque eso no sea lo que más interesa a los accionistas.
Ni siquiera las sociedades unipersonales están obligadas a maximizar los beneficios. Los dueños de un restaurante podrían elegir un menú que les guste a ellos o contratar a personal entre sus amistades. Ahora bien, a diferencia de lo que sucede con los directivos, si la consecuencia es la pérdida de beneficios, el coste sale directamente de su bolsillo (porque son los beneficiarios residuales).
En el siglo XVIII, Adam Smith observó que la alta dirección de las empresas tendía a satisfacer más sus propios intereses que los de los accionistas:
No es razonable esperar que los directivos de estas compañías, al manejar mucho más dinero de otras personas que de ellos mismos, lo vigilen con el mismo ansioso cuidado con el que frecuentemente vigilan el suyo los dueños de una empresa. […] En consecuencia, la gestión de los negocios de esas compañías siempre está caracterizada en alguna medida por la negligencia y la prodigalidad. (La riqueza de las naciones, 1776)
- free-rider
- Aquella persona que se beneficia de las contribuciones de otras a algún proyecto cooperativo sin que ella misma aporte nada.
A pesar de que la empresa moderna no existía en su tiempo, Smith comprendió los problemas que planteaba separar propiedad y control. Los propietarios tienen dos formas de incentivar a los directivos para que sirvan a sus intereses. En primer lugar, pueden diseñar los contratos de modo que su retribución dependa de la cotización de las acciones de la empresa. Segundo, el consejo de administración, que representa a los accionistas y cuyos componentes suelen poseer una participación importante en la empresa, puede vigilar el desempeño de la dirección. El consejo tiene autoridad para despedir a los directivos, mientras que los accionistas, a su vez, tienen derecho a reemplazar a los miembros del consejo. Los accionistas de grandes compañías raramente ejercen esta autoridad, en parte porque son muchos y variados y les cuesta coordinarse y reunirse para decidir algo. Los accionistas se enfrentan a una especie del problema del free-rider (también llamado problema del gorrón o polizón): pueden beneficiarse del éxito de la empresa tanto si contribuyen a él como si no. Pero, en ocasiones, un accionista con una participación grande en una empresa lidera una revuelta del accionariado para cambiar la alta dirección o influir en sus decisiones.
Cuando modelamos la empresa como un actor o un agente, suponemos que maximiza los beneficios. Se trata de una simplificación, pero que resulta razonable para la mayoría de los propósitos:
- Los propietarios tienen mucho interés en la maximización de los beneficios: es la base de su riqueza.
- La competencia en los mercados penaliza o elimina a las empresas que no generan beneficios importantes para sus dueños: las unidades 1 y 2 muestran que este proceso ayuda a explicar la revolución tecnológica continua.
Pregunta 6.4 Elige las respuestas que sean correctas
Lee los siguientes enunciados sobre la separación de propiedad y control y elige los que sean correctos.
- Los beneficiarios residuales son los accionistas.
- Los directivos pueden optar por tomar medidas que les beneficien a ellos mismos en detrimento de los propietarios.
- El consejo de administración tiene la autoridad para despedir a directivos, lo que puede incentivarlos a servir los intereses de los propietarios.
- Cuando los accionistas son numerosos, no solo existe un problema de coordinación, sino también el de los free-riders, por el que todos los accionistas dependen de que otros se ocupen de la costosa vigilancia (y, por tanto, puede pasar que nadie vigile).